Ciudad de México. En conjunto con la estrategia legal que emprende el gobierno mexicano en la Unión Americana contra armerías de ese país, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que lo que pide su administración es “más control y que no se venda de manera libre el arsenal de alto poder en Estados Unidos, que se controle”, porque causan daño a los pueblos de ambas naciones.
Al referirse al tema ayer en su conferencia de prensa matutina, destacó: “nosotros no vemos bien que los fabricantes de armas apoyen a diputados y senadores (estadunidenses) en sus campañas. Por eso hay legisladores que guardan silencio, y otros que de manera descarada defienden la enmienda en donde se permite el uso indiscriminado” de esos artefactos. Adujo que en ese país no regulan su venta porque hay muchos intereses económicos detrás, que son muy poderosos.
Luego de recordar el fallido operativo Rápido y furioso, realizado durante el sexenio de Felipe Calderón, López Obrador apuntó que eso se registró “cuando tanto allá como acá, en ese tiempo, estaban infiltradas las autoridades por la delincuencia; yo creo que todavía no llegaban las armas y ya los narcotraficantes sabían que venían con sensores».
En cambio, insistió que su administración busca cooperación y ayudar para reducir el consumo de fentanilo en el país vecino, “pero tenemos que hablar con mucha claridad, sin hipocresías, para ponernos de acuerdo entre los gobiernos. Ya se está avanzando, me consta que el presidente Biden tiene buenas intenciones”.
A la vez, señaló que en quella nación hay agencias “que están muy maleadas” y que deben ser revisadas. Como ejemplo, refirió que “el que era jefe de la DEA en un tiempo en México lo tuvieron que quitar, porque tenía relaciones con narcotraficantes. Y así otras cosas”.
Lamentó también que en Estados Unidos se usa mucha información con fines “politiqueros”; les “hace falta seriedad, profesionalismo y actuar con apego a la verdad. Pero yo tengo mucha fe en que las cosas van a mejorar y que vamos a encontrar juntos soluciones”.
En el salón Tesorería de Palacio Nacional, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, hizo un balance de los recursos legales promovidos por el gobierno federal, entre los cuales, una de las denuncias es por negligencia, “porque están produciendo armas para el sector claramente asociado al narcotráfico”. Dicha demanda se mantiene en apelación.
La otra denuncia es contra las armerías, principalmente de Texas y Arizona, ya que gran parte de sus ventas llegan a manos de la delincuencia en México.
Aunado a ello, dijo que piden al gobierno estadunidense supervisar la “última milla”, para constatar que los vehículos que salen de Estados Unidos no pasen armas, así como desde México se vigila que no lleven estupefacientes o drogas.
CON INFORMACION DE LA JORNADA