Científicos chinos realizaron un estudio que permitió identificar el gen que permite aumentar la resistencia a la obesidad y cuya prevalencia protege del aumento de peso a la gente en China y el sudeste asiático.
La investigación, publicada en Journal of Genetics and Genomics, fue liderada por los profesores Jin Li y Zheng Hongxiang, de la Universidad de Fudan, quienes analizaron 2.877 casos de tres poblaciones en la región sudoccidental china de Guangxi, la provincia oriental de Jiangsu y la de Henan, en China central.
Según los investigadores, la acumulación anormal o excesiva de grasa está relacionada con el rol de las mitocondrias en la producción de entre el 80 y el 90 % de la energía que el cuerpo necesita. «La función mitocondrial se ha asociado durante mucho tiempo con la obesidad», explicó Jin.
Además, el ADN mitrocondrial puede acumular mutaciones genéticas, por lo que, al realizar los análisis, los especialistas examinaron la composición genética de 16 haplogrupos de ADN mitocondrial basal. Así descubrieron que un grupo de variantes conocido como M7 se asociaba de manera sistemática con un menor riesgo de obesidad. Ese tipo de ADN es predominante en el sur de China y el sudeste de Asia.
Estudios posteriores permitieron identificar el subgrupo M7b1a1, que se habría expandido entre la población hace unos 15.000 años, como el principal responsable de evitar el aumento de peso.
Según Jin, el descenso de la función mitocondrial podría ser el responsable de que el subgrupo M7b1a1 reduzca el riesgo de obesidad, ya que «representa menor ahorro de energía y más producción de calor, lo que podría resultar en menos aumento de peso».
«Nuestros hallazgos ofrecen nuevos conocimientos sobre la base genética de los rasgos relacionados con la obesidad, mejorando nuestra comprensión de cómo la genética puede influir en la distribución de la grasa corporal y el riesgo de obesidad», concluyó el investigador.
De acuerdo con un estudio publicado en The Lancet en 2022, las mujeres chinas se ubicaban en el puesto 190 del mundo en términos de obesidad, mientras que los hombres se situaban en el lugar 149.