Freddie Freeman es apenas el segundo jugador en la historia de Grandes Ligas en conseguir múltiples jonrones y un triple en los primeros juegos de una Serie Mundial. El icónico Babe Ruth, leyenda de los Yanquis, había logrado esa hazaña en 1923. No es la primera vez que el californiano observa con asombro cómo un gigantesco parque de beisbol se levanta ante el ensordecedor estruendo de su bate. En la primera entrada de ayer en el Yankee Stadium, Freeman abrió el tercer capítulo por el campeonato con otro toletazo de colección, enviando la pelota a una altura de 355 pies (más de 108 metros) sobre el jardín derecho para poner rumbo a la victoria 4-2 ante la novena de Nueva York.

Los angelinos tienen ahora una ventaja de 3-0, a pesar de que el mexicano Álex Verdugo acercó a los Yanquis con un jonrón de dos carreras en la novena.

Freeman, ocho veces All-Star de la liga, tomó el mismo trote seguro y dominante al conectar el lanzamiento de Clarke Schmidt, quien, tan pronto como visualizó la dirección de la pelota, pegó un manotazo al guante y bajó la vista con resignación. El vuelacercas puso dos rayitas en la pizarra, con el japonés Shohei Ohtani incluido, antes de que Gavin Lux y Tommy Edman se encargaran de las restantes. Fue el quinto partido consecutivo en el que el bombardero estrella de Dodgers, quien empató el récord de George Springer, conecta un jonrón en la Serie Mundial.

Ohtani, dos días después de sufrir una dislocación parcial del hombro izquierdo, recibió un boleto con cuatro bolas seguidas al abrir el juego. Luego de que Mookie Betts fue retirado con un elevado, Freeman desapareció una recta cortada alta en cuenta de 1-2, depositando la bola en la quinta hilera del primer nivel de las gradas del jardín derecho. Se convirtió así en el tercer pelotero que batea un jonrón en los tres primeros duelos de una Serie Mundial. Los otros fueron Hank Bauer en 1958 y Barry Bonds en 2002.

El primera base de 35 años registra siete remolcadas en este Clásico de Otoño. Con los Bravos de Atlanta, en la final de 2021, pegó palos de vuelta entera en los últimos dos encuentros ante Houston. No conforme con eso, volvió a pisar las tres almohadillas con sendos cuadrangulares en los primeros tres de la actual edición. Sólo un esguince en el tobillo derecho, que sufrió el 26 de septiembre contra San Diego, lo hizo poner un freno al perderse el cierre de la temporada regular.

Pero Freeman regresó en plan grande. Su grand slam en la décima entrada del primer choque el viernes dio a los Dodgers la victoria 6-3. Fue su primer jonrón desde el 16 de septiembre. Después de eso, no hubo nada que lo detuviera.

En el montículo, el derecho Walker Buehler apagó en cinco entradas completas los cañones de Nueva York. Sólo Giancarlo Stanton, conocido por su prodigioso talento con el palo de madera, pegó dos imparables que estuvieron a punto de acercar a los Yanquis en los cinco rollos del inicio. Anthony Rizzo y Anthony Volpe sumaron esfuerzos por los locales, pero incluso los relevos de Brusdar Graterol, Alex Vesia, Daniel Hudson y Michael Kopech mantuvieron el control del juego en un recinto que sólo pudo despertar con el bombazo de Verdugo.